Antes que nada es necesario dar a conocer que cuando una persona requiere de créditos personales, debe tener en cuenta que le pueden exigir tanto un fiador como una hipoteca, para respaldar la deuda. Pero no es de preocuparse, hay otras alternativas que estipulan un crédito libre de estos requisitos.
Tipos de créditos personales
Los préstamos hipotecarios están respaldados por una propiedad, lo que significa que tu casa podría ser embargada si no eres capaz de mantenerte al día con los pagos. Por esta razón, es aconsejable andar con mucho cuidado al considerar este tipo de préstamos.
Estos solo podrían ser considerados en caso de que la persona requiera o desee solicitar prestado una cantidad considerable de dinero, ya que las tasas tienden a ser ligeramente más bajos que los préstamos no garantizados.
Sin embargo, dichos tipos de créditos personales también tienden a tener mayores avances mínimos y términos mínimos más largos. Es importante recordar que el pago de una tasa de préstamo más baja durante un período más largo de tiempo puede ser más caro que tomar un préstamo de tasa más alta en un período más corto.
Así que más vale estar muy atentos frente a este tipo de aspectos, ya que puede sonar una tentadora oferta, pero la final ser un fracaso total para el bolsillo. La buena noticia es que por lo general, un crédito personal no exige este tipo de requerimientos, por lo que si una entidad lo hace es fácil tocar puertas en otro lugar y encontrar mejores opciones.
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